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Diseño
20 feb 2024

¿En qué consiste el diseño de productos?

Editado el 23 Feb. 2024
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Dentro del mundo del marketing y la publicidad, el diseño de productos es uno de los procesos más importantes, aunque pocas personas ajenas al sector tienen claro todas las tareas que conlleva. Para lanzar un producto al mercado, es necesario tener una idea, conceptualizarla, hacer pruebas y repetir estos pasos hasta perfeccionarla, de forma que esté lista para convertirse en algo que el público pueda comprar y usar.

La clave para que un proceso de este tipo tenga éxito es crear lo que se conoce como buyer persona ideal, es decir, ese sujeto ficticio para quien se diseña el producto. Basándose en este perfil, y gracias a su conocimiento de los hábitos, comportamientos, frustraciones, necesidades, exigencias y deseos del público, los diseñadores tratan de resolver problemas potenciales para personas reales.

La creación del diseño de un producto suele pasar desapercibida, y el público potencial lo recibe sin ser consciente de que hay todo un proceso y un estudio detrás para entender sus necesidades. El producto aparece como un objeto casi natural que viene a cubrir una necesidad objetiva.

¿Qué tienes que estudiar para poder dedicarte al diseño de productos?

Para poder dedicarte al diseño de productos tendrás que cursar un grado universitario. En la Universidad Europea ofrecemos el Grado en Diseño en nuestro campus de Madrid (también, disponible en Valencia y Canarias). Con esta titulación oficial podrás formarte para convertirte en un diseñador de alto nivel.

Mediante una metodología práctica, experiencial y disruptiva, basada siempre en proyectos reales, aprenderás a diseñar productos con un enfoque global. Conocerás los conceptos del diseño generalista para que te puedas especializar en diferentes áreas, entre las que se incluyen el diseño de productos, el diseño gráfico o el diseño de interiores.

Las fases del proceso de diseño

Normalmente, se distinguen dos tipos de diseño de productos. Por un lado, está la creación del diseño de un producto verdaderamente nuevo. Este proceso implica dar con una idea diferente y un nuevo prototipo de un producto que nunca antes ha existido. Este proceso se basa en la investigación y en la innovación.

Por otro lado, nos encontramos con el proceso de cambiar un objeto o servicio que ya existe. A priori, este proceso suele ser más fácil. No obstante, lograr despegarse del producto que ya está en el mercado es complejo, y requiere una importante capacidad de innovación. Los diseños que se actualizan funcionan mejor que los diseños que continúan en el mercado sin ver ningún proceso de renovación.

Aun así, en ambos casos nos encontramos con que el proceso de diseñar un producto tiene varias fases que están muy bien diferenciadas. Los pasos que deben seguirse son los siguientes:

  • Análisis u observación: en primer lugar, es necesario observar a tus clientes para comprender su comportamiento y anotar todo aquello que pueda constituir un obstáculo en el proceso de compra.
  • Concepto o ideación: en este segundo paso del proceso, se crean varios prototipos basados en conceptos. Es necesario crear una imagen de la apariencia que tendrá que tener el producto. Son solo ideas que se tendrán que estudiar y analizar, descartando muchas veces algunas de ellas por no adaptarse a las necesidades del diseño. Normalmente, este proceso es llevado a cabo por el departamento de I+D.
  • Pruebas: es necesario estudiar cómo funciona, con la vista puesta en su futura utilidad. En los objetos de tipo técnico (electrodomésticos, ordenadores, etc.), esta fase es especialmente importante. Además, el proceso tendrá que repetirse varias veces hasta que se consiga el producto final que se llevará al mercado.
  • Síntesis o implementación: una vez finalizado el prototipo de un producto, este se lanzará al mercado. Si es recibido con aprobación y obtiene la rentabilidad esperada, entonces empezará la fase de producción.

La creación de un diseño de producto tiene como objetivo hacer que cada usuario del producto se sienta seguro, cómodo y se beneficie de usarlo. Por eso, dentro del proceso se tendrán que generar interacciones entre los usuarios y el producto, estudiando su nivel de satisfacción y en qué medida cubre una cierta necesidad objetiva y preexistente.

Por lo tanto, se podría decir que los principales objetivos del diseño de productos son la producción de calidad, la elaboración de un objeto que se convierta en tendencia y se adapte a las necesidades de los consumidores, y la rentabilidad, es decir, convertir una cosa en un producto lo más económico posible en el uso de materias primas y costos, y aumentar la participación de mercado a través de la orientación hacia nuevas segmentaciones.