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Diseño
14 mar 2024

Moodboard: qué es, para qué sirve y cómo hacerlo

Editado el 14 Mar. 2024
moodboard

Un moodboard es un montaje visual que combina imágenes, textos, colores, texturas y otros elementos gráficos. Traducido como 'tablero de inspiración', es un collage de signos que evocan conceptos y sirven para desarrollar otras ideas o proyectos relacionados entre sí. La disposición de los elementos gráficos que lo forman se puede hacer sobre un espacio físico como un tablero o un papel; o bien, en un entorno digital como un programa o aplicación de diseño gráfico.

En los oficios creativos, el moodboard es una herramienta de trabajo que ofrece una referencia visual para los profesionales tanto del diseño gráfico y de interiores, como de la industria de la moda, del cine y de la publicidad, entre otras.

Titulaciones como el Máster en Diseño de Producto, el Máster en Diseño Gráfico online y el Máster en UX/UI online de Creative Campus profundizan en el uso de esta y otras herramientas y tecnologías creativas en sus programas. Contenidos que también puedes aprender en el Máster en Diseño Gráfico en Madrid y el Máster en UX/UI en Madrid.

Para qué sirve un moodboard

Inspirar nuevas ideas

El moodboard ayuda a conceptualizar ideas y orientar a quienes desarrollan el proyecto. Permite generar nuevos conceptos, útiles tanto para iniciar el proyecto como para superar bloqueos creativos durante el mismo.

Comunicar ideas abstractas

Es una herramienta efectiva para transmitir ideas. La comunicación visual permite expresar objetivos y conceptos, a veces, más fácilmente que la comunicación verbal.

Definir la identidad de un proyecto

Esta herramienta determina el tono, el estilo y la estética de un proyecto a través de la paleta de colores, la tipografía, la composición y el resto de los elementos visuales desplegados en él.

Ofrecer una visión integral

Sirve como referencia visual durante todo el proceso de desarrollo de un proyecto. Ayuda a que el equipo no pierda la visión original y a que se mantenga coherente a la idea o ideas iniciales.

Cómo hacer un moodboard

Un moodboard depende tanto de los elementos disponibles como de las personas involucradas en su creación, pero se pueden diferenciar tres etapas en su elaboración:

Definir el objetivo

Antes de crear un moodboard, hay que tener claro el tema y la dirección del proyecto. Para ello, es útil realizar una lluvia de ideas. Este es un proceso en el que se comparten y debaten ideas, palabras clave y elementos estéticos del diseño que contribuyan al objetivo general, como las tonalidades de color.

Recuerda que la principal misión de un moodboard es ofrecer inspiración para un proyecto, de forma que los elementos que incluye marcarán todo el proceso creativo. Es importante también elegir el espacio, físico o digital, donde se desplegará el moodboard.

Buscar y seleccionar elementos

Definido el objetivo general y el espacio, empieza la búsqueda de los elementos visuales que puedan estar inspirados o relacionados con el tema o concepto definido inicialmente.

Entre los elementos que suele incluir un moodboard, hay imágenes, colores, fuentes y tipografías, objetos, tejidos, fotografías, palabras descriptivas e, incluso, valores relacionados con el proyecto. Sin embargo, en algunas ocasiones, considerar aspectos sin vínculo aparente con la idea inicial puede ayudar a potenciar el proceso creativo.

Organizar y revisar

Organiza los elementos seleccionados en el espacio siguiendo un hilo conductor basado en los factores definidos inicialmente. Experimenta con la distribución espacial de los elementos hasta encontrar una que sea visualmente atractiva, y añade notas o descripciones breves que ofrezcan contexto y expliquen la relación entre los elementos.

Revisa el moodboard ajustando la disposición de los elementos y eliminando los que no encajen. Por último, puedes compartirlo con otras personas para confirmar que cumple con los objetivos deseados.

Usos más frecuentes

Los moodboards están presentes en todos los sectores, pero destacan especialmente en el creativo. Se emplean mucho, por ejemplo, a la hora de crear la identidad de una marca, en el diseño de páginas web, de interfaces de usuario o en el diseño de interiores y decoración.

En todos estos casos, el moodboard ayuda a definir el estilo y los valores que se seguirán a lo largo de todo el proyecto, para no perder de vista el objetivo original planteado y mantener la coherencia.